martes, 30 de enero de 2007

El "genus" según Louis Hjemslev

En su discurso de entrada en la Academia Danesa, Louis Hjemslev afirmó que la tradición en su país era romper con la tradición. De alguna manera Hjemslev dio a entender el fenómeno que su propio trabajo provocaría en la investigación venidera. Fue quizás una profecía, aunque en principio él sólo se refería a la verdadera tradición danesa, donde destaca por encima de otros Soren Kierkegard. Pero el mero juicio sobre el pasado se convirtió en descripción de sí mismo y vaticinio de un futuro próximo.
Hjemslev buscó explicaciones en el análisis lingüístico sin ambigüedades, mediante la reducción sistemàtica. Una de las aportaciones en este tipo de análisis más sorprendente es la de la diferenciación entre el número plural y el singular (especialmente en los pluralia tantum, es decir, los sustantivos relacionados con conjuntos o pluralidades de cosas) mediante la oposición discreto-compacto -de la que hablaré en otro texto posteriormente- y la de genus (o género) mediante la oposición expansivo-concentrado -que sustituiría a la oposición femenino-masculino tan incorporada en nuestra educación. Para ello, Hjemslev retomó los estudios de Josselin de Jong sobre el algonquino, donde se daba un fenómeno curioso: se separaban todos los seres animados e inanimados siguiendo la isotopía de "potencia mágica", o, en otras palabras: "la clase más alta [potencialmente mágica] es, pues, entre otras cosas, la que puede generar algo, la clase inferior es, entre otras cosas, lo creado: el niño, el fruto. (...) La clase más alta (la llamada animada) designa pues objetos que se consideran poseedores de la facultad de expansión (...). Lo opuesto será concentración". La aplicación en las lenguas indoeuropeas se hace evidente, a pesar de las excepciones, que, malgré tout, son mínimas. Sabemos que la diferencia entre día y jornada, o entre mano y puño, tiempo y temporada, se basa en todas ellas en la expansión y la concentración del concepto. El masculino refleja una concentración, mientras que el femenino se encuadra en la expansión. También en conceptos más abstractos como 'esperanza', 'victoria', 'justicia': estas palabras designan ideas de "configuración dinámica", contienen una potencia, una posibilidad para desarrollarse (como menciona el propio Hjemslev). Están todos ellos proveídos de la facultad para la expansión.
Un ejemplo curioso lo podemos extraer de la palabra latina dies, de la quinta declinación, cuyo genus es femenino sólo si se refiere a un plazo o término (de ahí el latinismo sine die, 'sin plazo'). En masculino, el día determina un concepto limitado, mientras el femenino es extensivo.
Un esfuerzo de análisis con el que Hjemslev intentó desplazar las explicaciones psicológicas sobre el lenguaje. En ese otro campo, las exegesis se referían siempre a la posibilidad de que el género de las cosas inanimadas fuera los restos de una visión panteísta del mundo, donde todo ser, vivo o inerte, poseía un sexus. Siempre se atiene a excepciones, pero para el buen funcionamiento de una explicación sistemática, las excepciones debemos estudiarlas en un sistema aparte...

1 comentario:

Anónimo dijo...

Leído, aunque para discutirlo, habrá que pensarlo y digerirlo, que se las trae... (con lo sencillas que son las nebulosas bipolares en comparación...) :p