Hay dos formas de medir el éxito de una psicoterapia: cuando el paciente la abandona contento o cuando el paciente descontento decide matar a su psicólogo.
El hombre inventó el armario tras darse cuenta de los múltiples usos que podía dar al sarcófago.
No entiendo por qué no leemos la I mayúscula con angustia vital: es como enfrentarse a un reloj de arena en constante funcionamiento.
El problema no es si Dios existe, sino que existen tantos hombres que creen en Él que le hemos obligado a existir.
Quien afirma que la vida no tiene sentido, es quien cree en la lógica de los sueños: la gente normalizada habla de los sueños de la misma forma.
La abstención total en democracia es un gran mérito: yo también la practico, absteniéndome totalmente de la abstención.
Homo faber faber, u hombre propiamente totalitario: aquél que hace hacer al resto sin hacer nada por sí mismo y creyendo ser un eslabón superior de la evolución.
Un plagiador genuino: un ser tan estúpido que es capaz de creer que lo que se escribe es totalmente original.
Co-razón, el mismo nombre lo define: es el corazón quien debe acompañar a la razón, y no al contrario.
El hombre es tan temible y peligroso, que el Universo lo ha encerrado en una pequeñísima prisión esférica de poco más de 40000 km de perímetro, y, aún así, planea una gran evasión.
El 2 es un amante suplicante despechado por el 1, que, indiferente, le da la espalda. Felizmente existe el 21, lo que permite vengarse al 2, ahora indiferente.
Cuán sola no se ha de sentir la "C" después de ver a su compañero caer, tras hacer su gran número acrobático, la "O".
Nuestra sabiduría no debería calcularse según cuánto sabemos, sino según cuánto no sabemos aún.
Soñar no es tan difícil: bastaría con no buscar un sentido a todo lo que nos ocurre en la vida real.
Si Dios hubiese prohibido comer un fruto venenoso en lugar de una simple manzana, ¿no habría eliminado por siempre el problema que nos supone hoy el pecado original? Sin duda, Dios actuó con poca precaución en ese momento: tal es así, que hoy comemos la manzana imprudentemente, sin preocuparnos del pecado original.
Si Rousseau no hubiese inventado la idea del niño, hoy no veríamos a seres de treinta y tantos años sin emanciparse.
Hablar consigo mismo es síntoma de un gran sentido social: si la Humanidad no se preocupa por una sola persona, ¿por qué debería yo preocuparme por la Humanidad?
Dicen que Dios es perfecto, pero, según esta afirmación, no entiendo por qué la bombilla que Él nos instaló se funde al menos una vez al día... aún peor, ¿cómo no se presta a repararla en seguida para que no pasemos tanto tiempo a oscuras?
martes, 3 de marzo de 2009
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